viernes, 25 de septiembre de 2020

LA DUEÑA DE MI CORAZÓN

 Y allí estaba. alegre y feliz al fin. Su cabello brillando al sol. Sonreía y jugaba con sus sobrinos como si nada hubiese pasado, como si aquellos años que había pasado postrada en cama, disfrutando de la vida solamente a través de la ventana de su habitación, nunca hubiese existido. Por fin era una persona totalmente despreocupada y feliz.

Y sobre todo sana. Su vida hasta ahora no había sido fácil. Había estado marcada por la enfermedad y yo había sido testigo de ello.

Viví desde la distancia como su cuerpo se iba deteriorando poco a poco y como su vida se convertía en una rutina de visitas al médico y reposo.

Necesitaba un corazón y lo necesitaba con urgencia. El suyo, posiblemente de tanto amor como ofrecía, estaba cansado y no funcionaba bien ya pesar de su juventud, vivía una vida retirada y gris, pues su estado no le permitía vivir la vida que necesitaba y merecía.

Para mí era una verdadera tortura verla así. Nos conocíamos casi desde que éramos niños y desde el primer momento, entre nosotros se estableció un fuerte vínculo que llegó a hacerse irrompible y que, por mi parte, llegó a convertirse en un profundo amor, aunque ella nunca llegó a saberlo.

Pero el destino nos tenía algo preparado que ninguno de los dos podríamos imaginar. Este nos uniría para siempre cuando, hace unos meses, mi vida dio un vuelco inesperado.

De vuelta de mi trabajo hacia casa, mi automóvil se paró de repente en mitad de la carretera. Era imposible conseguir que arrancase de nuevo, por mas que lo intentase. Decidí salir del coche y mirar en el motor para ver si veía en él algo extraño, aunque mis nociones de mecánica son bastante limitadas. Me apee del automóvil y de repente, todo mi mundo se volvió del revés. Una fuerte luz me cegó seguida de un golpe sordo. El tiempo parecía pasar muy lentamente y toda mi vida se mostraba ante mis ojos.

Ruido de sirenas, caos y dolor. Luces y caras extrañas me rodeaban hasta que de momento, todo se convirtió en oscuridad y paz.

Hoy estoy aquí, viendo como la mujer a la que amo y amaré siempre, vive sana y feliz, una vida a la que siempre tuvo derecho y de la que nunca pudo disfrutar, gracias a una parte de m ser, a un trozo de mi que ha permitido su libertad y su felicidad. Ha sido mi último regalo y hoy por fin puedo decir que ella verdaderamente es la dueña de mi corazón.


Mari Carmen Fernández Gonzáles              26 - 9 -2020







martes, 8 de septiembre de 2020

BALCONES DE CÁDIZ

A través de sus balcones,podemos hacer un recorrido por la historia de Cádiz. Podemos encontrar balcones de estilo barroco,neoclásico o contemporáneo, sin olvidar el estilo modernista.
Algunos de estos balcones son de gran originalidad, como por ejemplo aquellos que presentan en la parte inferior de sus herrajes, una especie de curva semicircular,que sobresale hacia delante, en la estructura del propio balcón. Esta estructura tan curiosa que presentan estos balcones, tenían como finalidad, el hacer más fácil y cómodo a las señoras asomarse a ellos pues, en la época en la que se utilizaban este tipo de herrajes, las señoras usaban miriñaques en sus faldas, lo que les impedía poder asomarse a ellos sin dificultad.
En los balcones cerrados, también llamados en Cádiz "cierros", el diseño y la originalidad son patentes. Esto se enfatizaba con el uso de cristales de colores que aumentaban la belleza de dichos cerramientos.
En estos balcones cerrados o cierros, podemos encontrar ejemplos de balcones con ángulos de gran complejidad de factura en esta época, que permitían ampliar el ángulo de visión, dotando de cristal el lateral de dichos cerramientos.




viernes, 4 de septiembre de 2020

LA CASA DEL PIRATA

Cuenta la leyenda que una vez en Cádiz una pareja que, a pesar del amor que se tenían, su unión parecía imposible, a causa de la falta de fondos que no les permitían contraer matrimonio.
Por este motivo, el novio decidió embarcar hacia las Américas para así hacer fortuna, prometíéndole a su amada volver tan  rico,  que la cubrirla de oro de la cabeza a los pies.
La joven novia esperaba el regreso de su enamorado día tras día hasta que un aciago día, llegó la noticia de que el barco en el que navegaba su enamorado, había naufragado y que se le daba por muerto, pero ella nunca perdió la esperanza y seguía esperando a que cumpliera su promesa.
Pasado algún tiempo, el joven volvió rico, tal y como había prometido. Le contó a su esposa como el barco en el que iba, había naufragado, que él se había salvado, llegando a una isla y que había hecho su fortuna mediante la piratería. También le dijo que tenía más riquezas guardadas en la isla donde había llegado tras su naufragio y que tenía pensado volver para recuperarlas.
Su esposa, temerosa de que la historia pudiera volver a repetirse, le rogó que no volviera a embarcarse.
Pero el marido echaba de menos la vida en el mar y por ello su esposa, mandó construir una casa semejante a un galeón y con una torre mirador que le permitiese ver el mar.
Pero ella murió y el esposo decidió cumplir su promesa y la enterró dentro de la casa, cubierta de oro.
La noticia se extendió por Cádiz, llegando a oídos de un par de ladronzuelos que, cegados por el brillo del oro, decidieron entrar en la casa y profanar la tumba de la mujer para saquear el oro que, en teoría, se encontraba en ella. El marido descubrió a los dos rateros y los mató allí mismo.
Detrás de la leyenda, encontramos la historia de este edificio.
Este edificio fue mandado a construir por un comerciante rico del S XVIII.. De estilo isabelino, su interior está decorado de manera que asemeja un galeón, destacando su extraordinaria escalera, por las que se accede a las torres mirador, además de el impresionante techo, situado en el salón de baile, realizado por Albarzuza, autor también del mural que cubre el techo del Gran Teatro Falla.



martes, 1 de septiembre de 2020

EL PETIRROJO

Trastabillando entre las rocas Gabriel, mas conocido como el Petirrojo, corría a duras penas por la playa junto a sus compañeros, intentando salvar la mayor parte del contrabando que habían desembarcado, antes de que la patrulla costera los descubriesen y tuvieran que huir.
Habían recogido prácticamente la totalidad del cargamento cuando, en la noche, se oyó la señal del vigía que les avisaba de que la guardia se acercaba y que había que desaparecer. No había tiempo, si la guardia los apresaba, no solo perderían el cargamento, sino que también se enfrentarían a una pena de cárcel, que ninguno estaba dispuesto a asumir.
Corrieron hacia los acantilados para alejarse de la playa lo más pronto posible, pero ya era inútil. La guardia apareció rápidamente, consiguiendo apresar a casi todos. Entre los que pudieron ponerse a salvo, se encontraba el Petirrojo.
Corrió hacia los acantilados e intentó ponerse a salvo escalando por ellos, pero era imposible, eran demasiado escarpados.
Decidió buscar refugio entre las rocas y descubrió una pequeña cueva que se abría dentro del acantilado y no se lo pensó dos veces. La cueva era un buen refugio, pues estaba camuflada entre las rocas y no era visible desde la playa. Desde allí, el contrabandista pudo ver como sus compañeros eran apresados por la guardia y esto le llenó de rabia y dolor.
Abatido, se alejó de la entrada de la cueva y miró a su alrededor. su refugio consistía en una cavidad estrecha, que se abría en una especie de sala, donde había un lago, que cubría casi la totalidad del suelo de la cueva y estaba bañada por una luz extraña, que le daba a ese lugar un aspecto casi irreal, pero que lo llenaba de una sensación de paz y armonía que era incapaz de describir.
Se adentró en aquella caverna, pues sabía que tendría que pasar la noche allí, ya que la guardia costera seguiría en la playa y, seguramente, seguirían buscándolo, por lo tanto, intentaría pasar la noche lo más cómodamente posible y esperar a la mañana siguiente para poder escabullirse sin ser visto.
Se sentó en la zona arenosa que se extendía a lo largo de la orilla de aquel lago y se dispuso a descansar, entonces algo le sobresaltó. Había alguien mas en aquella cueva. Sus sentidos, acostumbrados a mantenerse alerta, le avisaron de que podía haber algún peligro. Buscó con mirada a su alrededor y descubrió, junto a unas rocas, la imagen de una mujer .
Era una mujer joven y muy bella. No parecía ni sorprendida ni asustada por su presencia y daba la sensación de que había hecho de aquella cueva su hogar.
El petirrojo extrañado, se acercó a ella y le preguntó quien era ella y que hacia en aquella cueva.
La joven le contestó que aquel era su hogar desde hacia bastante tiempo , que en algún momento, buscó refugio en aquella cueva, quedando atrapada por la marea y no pudo salir.
- ¿Cuanto tiempo llevas aquí? -le preguntó el Petirrojo.
-Mucho- contestó la joven.
-Pero ¿por que no has intentado salir cuando bajó la marea?- volvió a preguntar el Petirrojo.
-Porque no necesito que la marea esté baja. Necesito que la marea esté alta para poder salir. Pertenezco al mar y solo él puede liberarme.
Le explicó entonces que era una ninfa del mar y como una tormenta la había arrastrado hacia esas costas y que había encontrado refugio en aquella cueva bajo el mar, hasta que la tormenta pasara pero, una vez que esta pasó, el mar se retiró dejando la cueva al descubierto y a ella varada en aquella cueva sin posibilidad de salir y que hubiese muerto si no hubiera sido por el lago de agua salada que allí se formaba,
El contrabandista escuchó su historia y no daba crédito ¿una ninfa del mar? ¿allí en una cueva y aislada de su elemento? . era algo que no podía creer. Seguramente aquella joven estaba burlándose de él pero ¿por que razón? y ¿que hacia ella allí?. Estaba distraído en esos pensamientos cuando de pronto sintió un chapoteo, miró hacia el estanque y vio que la joven se había metido en el agua y su sorpresa fue mayúscula al descubrir que el cuerpo de la joven brillaba en el agua y que se volvía casi transparente. Parecía diluirse y volverse uno con el agua de mar que cubría el suelo de aquella extraña caverna.
-¿Quien eres?- preguntó intentando entender lo que estaba ocurriendo.
-Ya te lo dije. Soy una ninfa del mar pero tú no quisiste creerme.
Por fin el Petirrojo tuvo que rendirse a la evidencia y aceptar que lo que aquella joven le había contado era cierto.
Pasó la noche, la mañana y al tarde del día siguiente y el Petirrojo seguía en la cueva , no podía salir de ella o, mejor dicho, no podía escapar de ella pues la imagen y el misterio de aquella mujer le había hechizado y se sentía incapaz de separarse de ella. Se había enamorado perdidamente y ni nada ni nadie habria podido arrancarlo de aquel lugar, ni siquiera el contrabando por el que tanto se había arriesgado y que permanecía abandonado en la entrada de aquella cueva.
Pero aquella noche su enamorada le comunicó algo que cambiaría su futuro para siempre.
-Hoy es un día especial. La marea subirá bastante y llegará hasta el nivel de esta cueva que se inundará y eso me permitirá salir de aquí y volver con los míos. Deberías irte pues si te quedas, esa inundación podría ser tu final.

El joven contrabandista sintió que su corazón se desgarraba. Por primera vez fue consciente de que le amor que sentía por aquel ser era algo imposible pues, aunque intuía que aquel amor no tenía futuro , nunca quiso aceptarlo, pero ahora la realidad le golpeaba con fuerza.
_ No quiero separarme de tí. Te amo y me gustaría pasar el resto de mi vida contigo. se que no es posible pero aun así, haría todo lo que fuese necesario para conseguirlo.
-¿De verdad que harías todo lo que fuese necesario para conseguirlo? Si tanto lo deseas hay una posibilidad pero tendrías que renunciar a todo lo que tienes y a todo lo que eres.
- No me importar.Haría  todo lo que fuese necesario par conservarte a mi lado.
-Entonces, cuando suba la marea vendrás conmigo y atravesaremos el mar hasta llegar a mi mundo.
La marea fue subiendo y, poco apoco,fue inundando aquella cueva.
El agua fue cubriendo el cuerpo de los dos amantes hasta que quedaron totalmente sumergidos en ella. La joven cogió la mano de su amado y comenzó a nadar, arrastrando el cuerpo de su amado fuera de la cueva e internándose en el mar. El Petirrojo notaba como el mar se convertía en su mundo, se sentía ligero formando parte de él y junto a su amada, nadaron hasta lo más profundo del mar.
Después de varios días de una búsqueda infructuosa,tanto del Petirrojo como del cargamento de contrabando, la guardia costera abandonó la búsqueda, puesto que se esperaba una fuerte marea que inundaría la playa en pocos días. Cuando la marea pasó, volvieron a la playa, descubriendo una serie de bultos, que la marea habia sacado de lo que parecía una cueva oculta entre las rocas.
Decidieron entrar en ella y descubrieron dentro el resto del alijo del Petirrojo y algo más; al fondo de la cueva estaba el cuerpo del Petirrojo sobre el suelo arenoso.

Mari Carmen Fernández González       1- 9 2020