La mentira es una daga afilada
que se clava en el alma tan profundo
que allí queda, como río que inunda
de dolor y pesar la vida amada.
Se funde en el sufrir de una añoranza
que vive en el suspiro de un anhelo
esperando ver llegar la luz del cielo
que ilumine su vida y su esperanza.
Hundido en el dolor del desconsuelo
el corazón ante el dolor sucumbe
y con su mano fría como el hielo
los sentidos en un abismo hunde
ocultos bajo el manto del recelo
la traición y la mentira se confunden.
María del Carmen Fernández González 2 - 5 - 2015
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