En ella se conjugan la arquitectura tradicional gaditana y la de estilo italiano, que se impusieron en Cádiz en esa época.
Edificio de planta rectangular y alzado de cuatro plantas, presenta en los ángulos de su fachada principal dos torres miradores que están consideradas las más antiguas de la arquitectura civil gaditana. Su disposición interior está centrada en un patio en torno al cual se distribuyen las diferentes dependencias. La zona baja se destinaba a almacén. La segunda a oficinas y la noble a residencia de los propietarios. La cuarta y última, se destinaba al alojamiento de la servidumbre.
el patio, de planta rectangular, ofrece en tres de sus lados, galerías que descansan en arcos de medio punto sobre columnas de capitel toscano, realizado en mármol rojizo de Génova, correspondiéndose el cuarto con un muro medianero en el que se abren balconadas a la altura de la primera planta.
El acceso a la primera planta se realiza a través de una monumental escalera en mármol con barandal de caoba torneada y bóveda ovalada decorada con yeserias.
En las distintas dependencias se conserva el techo origina con vigas de madera en todas menos en la que se abre a la fachada principal, que se cubre con un cielo raso de yeso en cuyo centro aparece pintado al fresco el escudo de armas de la familia.
En su exterior destaca la fachada principal con su monumental portada realizada en mármoles rojizos de diferentes tonalidades importados de Génova.
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