Templo barroco construido entre 1685 y1719.Su cúpula se amplió en 1764.
De planta elíptica, a ella dan siete capillas. Sus muros están recorridos por pilastras pareadas, superponiéndose en distintos órdenes y albergando entre ellas hornacinas. Su cúpula, encamonada y de doble casquete, está decorada con fajas, en las que se abren vanos dando ingravidez a la estructura.
Su retablo mayor, en madera,es de estilo Rococó y se compone de un cuerpo dividido en tres calles por columnas corintias, sobre el que se eleva un ático, presidido por la Inmaculada Concepción,obra cumbre de Murillo. En las calles laterales, se encuentran dos esculturas de San Servando y San Germán y en la parte alta la Glorificación de San Felipe Neri con San Pedro y San Pablo a los lados en madera policromada. Un lienzo ovalado del Padre Eterno de Clemente de Torres, adorna la clave del arco.
En la primera capilla del lado del Evangelio, se venera la imagen de una Dolorosa del siglo XIX, en un retablo de estípites de madera dorada. La capilla central dedicada al Sagrario,es un conjunto de mármoles italianos, de estilo barroco y en ella se venera el Cristo de la Expiación, escultura en madera policromada de origen italiano. La siguiente capilla presenta un altorrelieve en madera policromada que representa la Adoración de los Reyes y sobre la mesa del altar, se halla la cabeza de San Juan Bautista en barro cocido, obra de Ruiz de Peral.
En la primera capilla del lado de la epístola, se encuentra un retablo de estípites dorados presidido por un altorrelieve de la Anunciación. Sobre él una representación del Padre Eterno ya sus lados las esculturas de San Juan Bautista y San José, todas obras de Montes de Oca, entre 1738 y 1739. En la siguiente capilla encontramos un Calvario compuesto por las imágenes del Cristo de las Aguas. Junto a ella una tercera capilla, también con retablos de estípites,presidido por una talla del Niño Jesús
En las hornacinas laterales, se encuentran las imágenes de San Francisco de Sales y San Ignacio de Loyola..Además de por su excepcional belleza y valor artístico, este oratorio tiene una importancia primordial, debido a que fue escenario de las Cortes Generales entre 1810 y 1813, y más tarde las sesiones de Cortes durante el sitio que acabó con el Trienio Liberal. Allí se tomaron los acuerdos de la soberanía nacional, libertad de imprenta, igualdad de españoles y americanos, organización de la regencia y necesidad de una nueva constitución, que se promulgó en este lugar el 19 de marzo de 1812.
