Un joven paseaba por el bosque que se extendía a las afueras de su ciudad, cuando se dio cuenta de que se había alejado bastante. Cansado se sentó a descansar en un claro junto a una fuente natural, bajo la que se formaba un tranquilo lago. El joven, sintiéndose sediento, se dispuso a beber del agua de aquella fuente. Cuando se inclinó para beber, algo llamó su atención. En la superficie del lago vio algo sorprendente. Allí, junto a su imagen, vio reflejada la imagen de una joven. Sorprendido se incorporó rápidamente y miró a su alrededor pero, cuál sería su sorpresa cuando vio que estaba solo, que junto a él no había nadie. Volvió a asomarse a la superficie del lago, pero este le devolvió únicamente su imagen.
El joven quedó muy sorprendido. Estaba seguro. Allí junto a su imagen, reflejada en el lago, había estado también reflejada durante unos segundos la imagen de una mujer.
La había visto durante muy poco tiempo, pero la recordaba perfectamente. Sus ojos brillantes, sus labios y su cabello rubio cayendo sobre sus hombros y lo más característico, su piel, una piel que parecía brillar bajo las aguas, iluminada por el sol de la mañana.
Se dispuso a buscarla por todo el claro totalmente intrigado por el hecho de que había aparecido de una forma tan sorpresiva como había desaparecido. Quería saber su nombre, quien era y de donde venía, pero, aunque estuvo buscándola durante bastante tiempo no halló ni rastro de tan misteriosa joven.
Cuando desilusionado y sorprendido el joven volvió a su casa, comentó a sus amigos el extraño hecho que le había ocurrido en aquel claro. Sus amigos le comentaron que quizás la visión de aquella mujer no había sido real, que probablemente sólo había sido una visión provocada por el cansancio o por cualquier otra cosa.
El joven no les creyó. Siguió pensando en ella día y noche, hasta el punto de obsesionarse con el reflejo que había visto y no volvió a ser el mismo. Cuando estaba con sus amigos ya no se divertía como antes, abandonó sus estudios y se encerraba la mayor parte del tiempo en casa, obsesionado con la imagen de aquella joven.
Día tras día, se acercaba a aquel claro para ver si volvía a ver a aquella mujer pero esta nunca aparecía.
Un día, perdida toda esperanza, se sentó a la orilla de aquel lago donde vio por primera vez aquella joven que tanto desasosiego le provocaba. Fijó su vista en el fondo y de repente volvió a aparecer ante sus ojos aquel rostro que tanto deseaba ver. Sin pensárselo dos veces, se inclinó hacia él e intentó besarla. Entonces sus labios se unieron a los suyos y la joven le devolvió el beso, un beso suave y frío que le hizo sumirse en un mundo de luz.
El tiempo pasaba y sus amigos comenzaron a preocuparse. Hacía tiempo que no veían a su amigo. No había aparecido desde hacía días por su trabajo, por su casa o por el bar donde todos se reunían. Lo buscaron por todos los lugares donde ellos sabían que le gustaba ir o por los que solía pasear, la mayoría de las veces a solas. Así se dirigieron hacia el bosque, llegando al claro donde lo encontraron tendido en el suelo sobre la hierba, con la cabeza descansando sobre las frías piedras del fondo del lago y el rostro iluminado por un brillante rayo de sol que acariciaba sus labios, en lo que parecía un beso de amor.
Mari Carmen Fernández González 27 - 2 - 2015
sábado, 28 de febrero de 2015
viernes, 20 de febrero de 2015
miércoles, 4 de febrero de 2015
LA CASCADA DE LAS HADAS
Cuentan que en un lugar perdido, apartado de todas las sendas, y en lo más profundo del bosque, se encuentra la cascada de las hadas. Allí estos seres de luz, se reúnen para descansar y protegerse de los rigores del invierno, esperando a que vuelva la primavera para poder iluminar el bosque, procurando su vuelta a la vida, el nacimiento de las flores y el renacer de todo lo bello.
Un día, un joven cazador, siguiendo a una presa a la que quería dar caza, se adentró en el bosque. Cuando se dio cuenta estaba perdido. Se encontraba en una zona del bosque que no conocía y en la que nunca había estado, cosa extraña pues era un consumado cazador y conocía el bosque a la perfección o eso creía.
Desorientado deambuló por un entramado de árboles y maleza, que cada vez se hacía más y más espesa y que le alejaba del camino sin que él se diese cuenta.Cuando estaba totalmente desorientado y había perdido toda esperanza de salir de allí, llamó su atención un sonido suave y tranquilizador, como de agua fluyendo, y se dirigió hacia ese lugar.
Cuando llegó a su destino, se quedó maravillado. Allí, en la parte más profunda del bosque, se escondía un lugar paradisíaco. Una hermosa cascada caía sobre un remanso de agua pura y cristalina, rodeada de la vegetación más hermosa que había visto jamás y en la que unos seres brillantes y diminutos, revoloteaban y jugaban entre las flores que lo rodeaban.
Escondido entre la maleza, el cazador miraba sorprendido aquél cuadro, intentando que no le descubrieran pero fue inútil, ante sus ojos apareció de repente uno de aquellos seres que dirigiéndose a él, le invitó a unirse a ellos. El cazador, sorprendido, aceptó y entró en ese mundo marvilloso donde las pequeñas hadas vivían.
Allí estuvo con ellas, disfrutando de la naturaleza y de todo lo que ese mundo mágico le ofrecía, sin tener noción del paso del tiempo.
Cuando empezó a oscurecer, se dio cuenta de que debía volver con los suyos y le pidió a las hadas que le ayudaran a encontrar el camino de regreso, a lo que las hadas le contestaron que eso era imposible, que quien descubría esa zona del bosque y tenia contacto con ellas, no podría volver con los suyos, ya que se había convertido en parte de él.
El joven cazador se sorprendió muchísimo al oír aquello y más aún al descubrir cómo sus pies se hundían en el suelo del bosque, transformándose en raíces y como sus brazos ahora eran ramas sobre las que se posaban los pájaros. El cazador había dejado de ser un ser que deambulaba por el bosque para convertirse en parte de él.
Mari Carmen Fernández González 4 - 2 - 2015
DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER
Hoy cuatro de febrero conmemoramos El día mundial contra el Cáncer. Con él se intenta aumentar la concienciación de la sociedad, y conseguir su movilización hacia la prevención y control de esa enfermedad.
Es una de las principales causas de muerte en España que en un 40% se podría evitar gracias a la prevención y la detención precoz y siguiendo un modo de vida saludable.
HOSPITAL DE MUJERES (CÁDIZ)
El Hospital de Nuestra Señora del Carmen, se comienza a levantar en 1736 gracias al obispo Armengual. Es uno de los edificios más representativo del barroco gaditano, destacando su fachada principal, sus patios y su grandiosa escalera. Fue hospital de sangre en diversas batallas de la historia de España y en su patio fueron designados los diputados a Cortes por la circunscripción de Cádiz, que proclamaron la Constitución de 1812.
La capilla se encuentra entre el patio y la fachada principal. De reducidas dimensiones, está dividido en tres naves por seis columnas toscanas de mármol sobre pedestales. Los muros laterales se sustentan sobre pilastras dóricas de fuste estriado. Las bóvedas son de arista, adornada con una exuberante decoración en rocalla de yeso. Los cinco retablos que la componen acogen un grupo de cincuenta obras escultóricas de origen sevillano, además de diez esculturas en yeso, distribuidas en paramentos y bóvedas. Entre todas las obras pictóricas y escultóricas de gran valor artístico que contiene esta capilla, destaca la "Visión de San Francisco" lienzo realizado por El Greco.
La capilla se encuentra entre el patio y la fachada principal. De reducidas dimensiones, está dividido en tres naves por seis columnas toscanas de mármol sobre pedestales. Los muros laterales se sustentan sobre pilastras dóricas de fuste estriado. Las bóvedas son de arista, adornada con una exuberante decoración en rocalla de yeso. Los cinco retablos que la componen acogen un grupo de cincuenta obras escultóricas de origen sevillano, además de diez esculturas en yeso, distribuidas en paramentos y bóvedas. Entre todas las obras pictóricas y escultóricas de gran valor artístico que contiene esta capilla, destaca la "Visión de San Francisco" lienzo realizado por El Greco.
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