Hoy he vuelto a mi infancia.
Un compañero me ha hablado de un libro que yo había leido cuando era muy joven. Al llegar a casa, he vuelto a hojear ese viejo libro y esto me ha permitido apreciar, ya de mayor cómo se ve la vida, con todas sus alegrias y miserias a través de los ojos de un niño de ocho años.
Es un libro maravilloso y una excelente lectura para compartir con vuestros hijos. Haced la prueba, no os arrepentireis.
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