Decidió alejarse del camino para así, despistarlos y cabalgaba monte a través con ese fin. Al cabo de algunas horas, cansado, hambriento y seguro de haber conseguido lo que buscaba, aflojó el ritmo de su montura y decidió buscar un sitio donde poder encontrar algo de comida y cobijo para pasar la noche.
A poca distancia, descubrió una luz que brillaba a través de los árboles del bosque y decidió dirigirse hacia ella. Descubrió que aquella luz procedía de una pequeña hacienda El jinete se apeó de su caballo y entró en ella. Nadie le impidió la entrada, puesto que no había vigilancia, aquello le extrañó pero pensó que al ser pequeña y estando tan apartada, sus dueños no tendrían necesidad de mantenerla vigilada.
Sin ningún contratiempo, llegó a la puerta de la casa. Un caballero rural de mediana edad le recibió y el contrabandista, tras presentarse como un caballero con problemas, pidió hospitalidad al hacendado quien, sin ningún tipo de reparos,se la ofreció.
Ya dentro de la casa, el joven contrabandista se fijó en que el caballero no vivía solo, En un salón,sentada junto al fuego, había una joven muy hermosa. De aspecto sereno, la joven leía ajena a la presencia del extraño. Al cabo de unos segundos, levantó la mirada del libro y fue consciente de la presencia del joven.
El caballero la presentó como su hija y desde ese momento, el joven quedó cautivado. Era la joven más hermosa que había visto en su vida, aunque notaba algo extraño en ella, algo que la hacía parecer etérea y frágil pero no sabía exactamente que era.
Las huellas marcaban el camino. Los soldados las seguían y aunque una fina lluvia y la humedad del mar la habían casi borrado, aun podían distinguirse en el barro. Siguiendo estas huellas, los soldados llegaron hasta la pequeña propiedad donde el contrabandista se había refugiado y, con violencia llamaron a sus puertas. Pidieron hablar con el dueño y cuando este les atendió, le explicaron que perseguían a un escurridizo contrabandista y que sus huellas los habían llevado hasta esa zona y querían comprobar que no se había escondido en aquel lugar.
El caballero les comentó que por allí no había pasado nadie extraño y que les tendría al corriente de cualquier posible novedad que ocurriese.
Convencidos por la actitud y la presencia del caballero, los soldados se marcharon y el anciano volvió donde había dejado al joven que él creía un caballero, y le ofreció una copa.
-Eran soldados- le comentó-Buscaban a un contrabandista que se oculta por esta zona, quizás tengáis algo que contarme.
El joven, viéndose descubierto,le contó al caballero quien era,y pidiéndole que no le delatara y que guardase su secreto a lo que el caballero accedió
Durante varios días, el joven contrabandista se mantuvo escondido en la finca de aquél caballero. Mantenía largas conversaciones con el dueño de la casa y, sobre todo, daba largos paseos con su hija a la que cada vez se sentía más unido, llegando a nacer entre ellos algo más que amistad.
El padre de la joven, dándose cuenta de la profunda atracción nacida entre el joven contrabandista y su hija, decidió hablar con el joven. Le llevó a su despacho y allí le reveló el terrible destino de la joven, estaba desahuciada por los médicos y su vida pronto llegaría a su fin.
El golpe fue tremendo para el joven. Se había enamorado de ella y fue muy duro aceptar que su amor no duraría para siempre.
Le pidió al caballero que le permitiese quedarse junto a su hija durante el tiempo que le quedaba de vida. y le prometió hacerla feliz. El caballero le miro y viendo el sincero amor que el joven sentía por su vida reflejado en sus ojos, aceptó
El ejército iba cerrando el cerco alrededor del joven contrabandista cada vez más. El capitán estaba más y más convencido de que se escondía en alguna de las casas que se encontraban por la zona pero nunca sospechó del hacendado.
La suerte le dio la razón. Al reclamo de la recompensa que se ofrecía por cualquier información acerca del paradero del contrabandista huido, uno de sus antiguos compañeros lo delató, descubriendo donde se escondía.
Un destacamento se dirigió hacia la hacienda donde se refugiaba el contrabandista y sin miramientos, allanaron la finca buscando al delincuente que, se escondía allí. El joven, puesto en guardia por el ruido y los gritos, intentó escapar por una puerta trasera, ayudado por su joven enamorada, pero los soldados habían rodeado toda la finca y consiguieron atraparlo.
Encadenado y a empellones, lo llevaron al cuartel y lo encerraron en un calabozo, llevándolo al día siguiente ante el capitán, Este, cuando tuvo delante al joven, primero le informó de los cargos de los que se le acusaban y después le hizo una pregunta que le rondaba por la cabeza desde hacia tiempo; por qué, sabiendo que lo buscaban y que estaban tan cerca de encontrarle, no había huido de la zona.
El contrabandista le contó su historia y le pidió un favor. Le dijo que, a pesar de todo era un hombre de honor y que sabía que él también lo era y le pidió que le permitiera volver junto a la joven y quedarse con ella durante el poco tiempo que le quedaba y que, cuando ella muriese, volvería para cumplir su condena.
Al capitán, en un principio, le pareció una locura. No estaba seguro de que el joven,una vez se viera libre huyera, pero algo le decía que eso no iba a ocurrir, que a su forma, el contrabandista era un hombre de honor y a pesar de sus dudas, decidió concederle el favor, aun existiendo la posibilidad de arrepentirse de ello durante el resto de su vida.
El joven contrabandista fue liberado y se dirigió a la hacienda donde la joven lo esperaba. Allí paso los días que a su amor le quedaba junto a ella,convirtiéndose esos días en los mas intensos y felices de su vida.
La joven murió y el joven contrabandista besó por última vez los labios de su amada, recogió sus cosas y cruzó su mirada con el padre de la joven. En los ojos de este, además de pena y dolor, descubrió agradecimiento. Le sonrió,salió de la casa, montó en su caballo y salió de la finca al galope para cumplir con su promesa y con su destino.
Mari Carmen Fernández 21 - 10 - 2016
Ya dentro de la casa, el joven contrabandista se fijó en que el caballero no vivía solo, En un salón,sentada junto al fuego, había una joven muy hermosa. De aspecto sereno, la joven leía ajena a la presencia del extraño. Al cabo de unos segundos, levantó la mirada del libro y fue consciente de la presencia del joven.
El caballero la presentó como su hija y desde ese momento, el joven quedó cautivado. Era la joven más hermosa que había visto en su vida, aunque notaba algo extraño en ella, algo que la hacía parecer etérea y frágil pero no sabía exactamente que era.
Las huellas marcaban el camino. Los soldados las seguían y aunque una fina lluvia y la humedad del mar la habían casi borrado, aun podían distinguirse en el barro. Siguiendo estas huellas, los soldados llegaron hasta la pequeña propiedad donde el contrabandista se había refugiado y, con violencia llamaron a sus puertas. Pidieron hablar con el dueño y cuando este les atendió, le explicaron que perseguían a un escurridizo contrabandista y que sus huellas los habían llevado hasta esa zona y querían comprobar que no se había escondido en aquel lugar.
El caballero les comentó que por allí no había pasado nadie extraño y que les tendría al corriente de cualquier posible novedad que ocurriese.
Convencidos por la actitud y la presencia del caballero, los soldados se marcharon y el anciano volvió donde había dejado al joven que él creía un caballero, y le ofreció una copa.
-Eran soldados- le comentó-Buscaban a un contrabandista que se oculta por esta zona, quizás tengáis algo que contarme.
El joven, viéndose descubierto,le contó al caballero quien era,y pidiéndole que no le delatara y que guardase su secreto a lo que el caballero accedió
Durante varios días, el joven contrabandista se mantuvo escondido en la finca de aquél caballero. Mantenía largas conversaciones con el dueño de la casa y, sobre todo, daba largos paseos con su hija a la que cada vez se sentía más unido, llegando a nacer entre ellos algo más que amistad.
El padre de la joven, dándose cuenta de la profunda atracción nacida entre el joven contrabandista y su hija, decidió hablar con el joven. Le llevó a su despacho y allí le reveló el terrible destino de la joven, estaba desahuciada por los médicos y su vida pronto llegaría a su fin.
El golpe fue tremendo para el joven. Se había enamorado de ella y fue muy duro aceptar que su amor no duraría para siempre.
Le pidió al caballero que le permitiese quedarse junto a su hija durante el tiempo que le quedaba de vida. y le prometió hacerla feliz. El caballero le miro y viendo el sincero amor que el joven sentía por su vida reflejado en sus ojos, aceptó
El ejército iba cerrando el cerco alrededor del joven contrabandista cada vez más. El capitán estaba más y más convencido de que se escondía en alguna de las casas que se encontraban por la zona pero nunca sospechó del hacendado.
La suerte le dio la razón. Al reclamo de la recompensa que se ofrecía por cualquier información acerca del paradero del contrabandista huido, uno de sus antiguos compañeros lo delató, descubriendo donde se escondía.
Un destacamento se dirigió hacia la hacienda donde se refugiaba el contrabandista y sin miramientos, allanaron la finca buscando al delincuente que, se escondía allí. El joven, puesto en guardia por el ruido y los gritos, intentó escapar por una puerta trasera, ayudado por su joven enamorada, pero los soldados habían rodeado toda la finca y consiguieron atraparlo.
Encadenado y a empellones, lo llevaron al cuartel y lo encerraron en un calabozo, llevándolo al día siguiente ante el capitán, Este, cuando tuvo delante al joven, primero le informó de los cargos de los que se le acusaban y después le hizo una pregunta que le rondaba por la cabeza desde hacia tiempo; por qué, sabiendo que lo buscaban y que estaban tan cerca de encontrarle, no había huido de la zona.
El contrabandista le contó su historia y le pidió un favor. Le dijo que, a pesar de todo era un hombre de honor y que sabía que él también lo era y le pidió que le permitiera volver junto a la joven y quedarse con ella durante el poco tiempo que le quedaba y que, cuando ella muriese, volvería para cumplir su condena.
Al capitán, en un principio, le pareció una locura. No estaba seguro de que el joven,una vez se viera libre huyera, pero algo le decía que eso no iba a ocurrir, que a su forma, el contrabandista era un hombre de honor y a pesar de sus dudas, decidió concederle el favor, aun existiendo la posibilidad de arrepentirse de ello durante el resto de su vida.
El joven contrabandista fue liberado y se dirigió a la hacienda donde la joven lo esperaba. Allí paso los días que a su amor le quedaba junto a ella,convirtiéndose esos días en los mas intensos y felices de su vida.
La joven murió y el joven contrabandista besó por última vez los labios de su amada, recogió sus cosas y cruzó su mirada con el padre de la joven. En los ojos de este, además de pena y dolor, descubrió agradecimiento. Le sonrió,salió de la casa, montó en su caballo y salió de la finca al galope para cumplir con su promesa y con su destino.
Mari Carmen Fernández 21 - 10 - 2016